El dictador norcoreano intensificó su guerra con el país vecino semanas atrás cuando ordenó al Parlamento que reescriba la Constitución para considerarlo su adversario extranjero más hostil
El dictador norcoreano Kim Jong-un no cesa en sus amenazas contra Occidente y su vecino en el sur. Durante una visita al Ministerio de Defensa, Kim insistió en la importancia de cortar cuanto antes las relaciones con Seúl y hasta de asumir una postura más agresiva que “garantice la legalidad de atacar y destruir (a Corea del Sur) cuando sea provocado”.